Thursday, February 07, 2013

¿Cómo llegué a ser dirigente del Sindicato de la VP?

En algún momento durante mi paso por SNC-Lavalin, empresa en la que trabajé entre el 2005 y el 2008,  me enteré que la empresa tenía un Sindicato. Cuando me inscribí y empecé a asistir a las asambleas empecé a notar que había muy poca participación y un cierto desencanto con la Directiva.

Empecé a participar activamente, a dar ideas, etc. y al poco tiempo habíamos 2 personas  de la disciplina eléctrica que empezamos a ser quienes más opinábamos y participabamos, Gustavo Bielefeld y yo. Cuando en un momento, se nos pidió postularnos a la Directiva, desistí de una confrontación entre compañeros de disciplina y le dejé el camino libre a Gustavo, quién tras las elecciones pasó a ser Presidente del Sindicato.

Todo iba bien hasta que Gustavo fue asignado a terreno en España, lo que dificultó mucho la actividad del Sindicato. Más allá de su buen desempeño en el cargo, en estas circunstancias siempre fuí partidario de que Gustavo diera un paso al lado para que otros que estaban acá pudieran asumir la dirección para preparar y enfrentar la negociación colectiva que se nos venía. Finalmente, al irse acercando la negociación colectiva Gustavo envió su renuncia y fue necesario efectuar una nueva elección para designar a la Directiva que enfrentaría dicha negociación. En esta oportunidad si fui de candidato, obteniendo la tercera mayoría.

Lo que siguió a esto fue la preparación del borrador del Contrarto Colectivo, las asambleas para su aprobación y luego las negociaciones con la empresa, la que desde un principio y a pesar de sostener numerosas reuniones, empezó a dilatar las cosas al punto que finalmente se vencieron los plazos estipulados por la ley sin acercar las posiciones ni haber dado respuesta a nuestro petitorio.

Durante este período contamos con la estrecha colaboración del SINTRAI y FESIN, muy especialmente de Horacio Díaz Olivos y otros asesores, pero a pesar de nuestras buenas intenciones y todo el tiempo que gastamos en reuniones y siguiendo las instancias que la ley define, finalmente la empresa no nos dejó otra alternativa que votar la huelga, la que en las circunstancias ya descritas fue aprobada por la mayoría.

Tras esto, y antes de la implementación de la misma, se acordó recurrir a los buenos oficios, instancia en la que la empresa y el sindicato son invitados por la inspección del trabajo para tratar de llegar a un acuerdo. En esto estabamos, cuando a fines del 2008 tuve la oportunidad de ingresar a la VP.

Cuando llegue a la VP a principios del 2009, lo primero que me saltó a la vista era que la mayoría teníamos contrato por obra, y que no existiera un Sindicato. Cuando le pregunté a varios de mis compañeros más cercanos, el tema de formar un  Sindicato no tuvo mucho eco: Algunos temían que al estar con contrato por obra, esto fuera luego una causa para su no recontratación, otros pensaban que por si mismos y con su experiencia serían capaces de obtener mejores beneficios en forma individual que junto con otros, y algunos otros, tenían la idea preconcebida de que un Sindicato sólo sería fuente de problemas y confrontaciones innecesarias con la empresa.

Sólo cuando transcurrido el tiempo me enteré que se estaba gestando un Sindicato y como no sabía que nadie estuviera postulándose para representar a los que trabajamos en Santiago, decidí participar como candidato para además poder ofrecer mi experiencia previa a la hora de tener que enfrentar la primera negociación colectiva.


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